La ilusión de un padre y un hijo

Andrés llegó a España hace unos pocos meses. Lo hizo porque buscaba la manera de ofrecerle una vida mejor a su familia; por eso se marchó con tristeza y esperanza, dejando a sus hij@s y esposa en El Salvador.

Poco tardó en comprender que los sueños, sueños son. Y que los deseos, grandes o pequeños, lejos de tus seres queridos, pueden convertirse en cambios muy ásperos. En España no estaban ni la estabilidad, ni la seguridad ni las facilidades que él esperaba.

Andrés sigue peleando por lograr aquello que se propuso. En su camino nos cruzamos nosotr@s y en el nuestro, apareció Andrés.

Abriendo Fronteras es una asociación pequeña y joven, pero cuenta con personas maravillosas cerca, dispuestas a ofrecer su cariño y generosidad. Y fruto de ambos fueron las donaciones recibidas hace no mucho.

Le dijimos a Andrés que podíamos hacer llegar unos regalos a su hijo pequeño. Él, sin dudarlo, nos aseguró que eso les haría muy felices, que en este tiempo no había tenido la oportunidad ni los medios para hacer llegar nada a su familia.

El hijo de Andrés recibió sus regalos, pero nosotr@s recibimos mucho más. Recibimos el agradecimiento de Andrés, un auténtico ejemplo de superación. Recibimos también la generosidad de quienes donáis desinteresadamente. Recibimos la oportunidad de ser testigos privilegiados al observar cómo personas que no se conocen, que ni se imaginan, se han puesto de acuerdo, sin saberlo, para conseguir hacer feliz a un niño.